La presidenta de la asociación Dialogasex, Yeni Martín, destaca que el problema de la juventud con la pornografía viene del acceso indiscriminado y del no saber diferenciar entre la realidad y la ficción: "Los padres no tienen las herramientas y ellos buscan la información y los referentes de esta manera". En los cursos de educación sexual que ha realizado se ha encontrado con situaciones en las que los adolescentes actúan según lo que ven, pero solo porque "siguen un guion".

Los móviles y los dispositivos electrónicos son la puerta de entrada de este contenido desde que tienen 8 años. Los padres siguen sintiéndose incómodos a la hora de hablar de sexo con sus hijos: "En ocasiones nos piden educación para ellos porque no la han recibido. Los jóvenes están con otros códigos y los padres no los conocen", explica en la entrevista de Cuestión de prioridades. Además, ahora no solo tienen miedo porque sus hijas puedan ser agredidas sexualmente, también "porque sus hijos sean los agresores".

Finalmente, Yeni Martín cree que la pornografía también se está convirtiendo en la pedagogía de la prostitución y si los adolescentes no encuentran con quien realizar determinadas prácticas, "podrían llegar a pagar por ellas".