CRISIS EN TÚNEZ

Ben Alí abandona el país y el Ejército intenta controlar el caos

  • Se ha decretado el Estado de Excepción en todo el país
  • El Primer Ministro asegura haber asumido la Presidencia de forma interina

Rubén de Vicente

Túnez ya no tiene Gobierno ni presidente. Abidine Ben Alí ha abandonado el país después de disolver su gabinete y dejar todo en manos del primer ministro. No ha podido con la presión de un país entero cercando al Ejecutivo.

A grito de "Ben Alí vete ya" 8.000 personas han puesto sitio al Ministerio del Interior. No les ha bastado con su anuncio de que no se iba a presentar a la reelección en los comicios de 2014. Ben Alí no ha podido más y ha hecho las maletas.

Antes de cerrar su equipaje ha decretado el Estado de Excepción en el país, es decir, lo ha militarizado, pues los soldados tienen ahora la prerrogativa de disparar a quien se salte medidas extremas como un riguroso toque de queda.

Siguen las protestas

Aún así, las protestas no han amainado. La policía trata de dispersar por la fuerza a cientos de jóvenes que continúan desafiando a las instituciones. Han lanzado gases lacrimógenos y han llegado a emplear sus armas contra los manifestantes, a quienes han alcanzado algunos disparos.

Se llega así al fondo de un remolino que comenzó hace menos de un mes y que se ha tragado a las instituciones tunecinas. Son los últimos coletazos de las revueltas en todo el país por el paro y la subida del precio de productos básicos, como los alimentos. De momento han dejado una veintena de muertes según el Gobierno y más de 60 según la oposición.