Rebeca Bezos /rtvcyl.es
Desde campamentos de verano hasta la atención de los más necesitados pasando por la conservación y promoción del patrimonio. Las cajas de ahorro son mucho más que simples entidades financieras.
La ley las obliga a destinar parte de sus beneficios a fines sociales, culturales y benéficos, aportaciones que también padecen la crisis. Si en 2009 la obra social de las seis cajas se redujo más de un 50 por ciento, en 2010 seguirá sufriendo recortes.
68 millones de euros. Es la cuantía que, según un informe del diario El Mundo de Castilla y León, España, Duero, Burgos, Círculo, Ávila y Segovia han consignado en concepto de obra social para el próximo año. Esto es un 30,4 por ciento menos que en el ejercicio anterior. El motor de existencia de las cajas de ahorro ha sufrido en los dos últimos años una caída de más del 40 por ciento.
Caja de Burgos será la que más recursos destine, 20,7 millones de euros, de los que parte sufragarán proyectos e infraestructuras culturales de Burgos como el Auditorio y el Palacio de Congresos. Le sigue Caja España con 15 millones de euros. Destaca el convenio de conservación de vidrieras de la catedral de León. Caja Duero consignará 10 millones de euros para proyectos como Intermagia, magia solidaria, 61 representaciones en Salamanca, Valladolid y Soria. Es la entidad que más ha ajustado su presupuesto para obra social en 2010, un 42 por ciento menos que el año anterior.
Caja Segovia contará con una partida de 7,7 millones de euros sobre todo dirigidos a formación en internet y nuevas tecnologías para 8000 usuarios. Caja Círculo reducirá su dotación un 29 por ciento. La entidad de la Iglesia destinará 7,5 millones de euros en 2010 a actividades como el nuevo centro de formación en covarrubias. Por último, Caja de Ávila es la que menos mete la tijera. Destinará más de 6,5 millones de euros, un 19 por ciento menos. Apuesta por el ocio y la cultura infantiles y la atención a la discapacidad.