Lleva sacando lechazos del horno desde 1983: ahora la fama de sus guisos y su trato llegan hasta Méjico y Japón. Entre las 10.000 personas que comen sobre sus manteles de cuadros cada año, hay muchas bocas conocidas.

Lerma también es famosa por el chorizo y la morcilla. Y desde que abrió el Parador en 2003, se han multiplicado restaurantes y hoteles: ya tienen reservas para mayo y esperan que esta edición de Las Edades del Hombre llene las habitaciones.