El negocio ha sido idea del exciclista profesional José Luis de Santos, quien también exhibe en este espacio algunos recuerdos de sus competiciones junto a Miguel Induráin. Ahora, está cumpliendo otro de sus sueños: abrir un lugar que se convierta en parada obligada para muchos de los amantes de esta práctica deportiva.
 
Una pequeña colección de bicis y equipaciones antiguas, un taller para reparaciones rápidas y por supuesto, un lugar donde descansar al terminar un día de ciclismo. Así es este Bici café, que se sitúa al lado del carril bici que une La Granja y Segovia y que atesora joyas como el maillot que Miguel Indurain llevó en su victoria en el Giro 93.
 
Un negocio que nace en plena crisis sanitaria pero que su propietario no ve como un riesgo sino como una necesidad para los aficionados a un deporte, que cree, está en auge.