En un día gris en Santiago de Compostela, con menos de diez grados en los termómetros y nubes que amenazaban lluvia, la presencia de cuatro presidentes autonómicos revolucionó el centro histórico de la ciudad. Decenas de personas arroparon a los responsables de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; de La Rioja, Pedro Sanz, y de Navarra, Miguel Sanz, quienes estuvieron acompañados por la consejera de Cultura de Aragón, María Victoria Proto, y su homóloga castellana y leonesa, María José Salgueiro, en el recorrido a pie que hicieron de los últimos metros del Camino de Santiago hasta la plaza del Obradoiro.
Diez minutos antes de la hora prevista, las 11 de la mañana, Herrera y Salgueiro llegaron al punto de encuentro, la explanada de la avenida Juan XXIII, donde fueron recibidos por el consejero de Cultura y Turismo gallego, Roberto Varela. Los políticos castellanos y leoneses fueron los más madrugadores y minutos después llegó el presidente navarro, seguido del de La Rioja. El último en incorporarse a la comitiva fue el anfitrión, Núñez Feijóo.
Con un elevado número de ciudadanos observando la escena atraídos por la nube de cámaras de televisión y fotógrafos que seguían a los presidentes autonómicos, el grupo comenzó su paseo hasta la Catedral compostelana, que completó en menos de diez minutos. La anécdota la protagonizó un grupo de navarros que iba en el tren turístico que recorre el casco antiguo de la capital gallega y que, al reconocer a su presidente, le saludó con efusividad mientras alguno vitoreaba a Navarra.
La entrada de la comitiva en la plaza del Obradoiro estuvo acompañada por la música de las gaitas mientras que cada vez se congregaba más público. Tras realizarse la foto oficial frente a la fachada de la Catedral, varios ciudadanos se acercaron a saludar a sus respectivos presidentes autonómicos, entre ellos varios vecinos de Miranda de Ebro (Burgos), que estuvieron unos minutos charlando con Juan Vicente Herrera.
De hecho, el presidente de Castilla y León se quedó ligeramente rezagado respecto al resto de responsables regionales y tuvo que apretar el paso para entrar todos juntos en el Palacio de Rajoy, la sede de la Presidencia de la Xunta de Galicia, situado justo enfrente de la seo compostelana, entre un pasillo formado por gaiteros y un grupo de danzas tradicionales, todos ataviados con trajes típicos.
Tras una reunión de cerca de una hora, los políticos firmaron el protocolo de colaboración entre sus respectivas comunidades para promocionar el Camino Francés y, a continuación, se dirigieron a la Catedral, que recorrieron durante más de media hora acompañados por el deán, José María Díaz, y donde tuvieron la oportunidad de darle el tradicional abrazo a la estatua del Apóstol Santiago. Asimismo, ascendieron más de 80 escalones para subir a uno de los tejados, desde donde pudieron disfrutar de una magnífica vista de la plaza del Obradoiro y del casco histórico de la ciudad compostelana.
Herrera, Núñez Feijóo y Miguel Sanz se entretuvieron además saludando en la plaza a un peregrino recién llegado a Santiago que iba vestido con el atuendo que llevaban los romeros en la Edad Media, con una capa marrón, sombrero de fieltro y bordón.