El Plan de Recuperación del Oso Pardo ha dado sus frutos y actualmente se estima en más de 350 ejemplares en la Cordillera Cantábrica, incluso se les ha visto en zonas habitadas en busca de comida. Lorenzo González asegura que cuando empezó a trabajar no veía "ni uno y ahora es raro que no veas 40 o 50". Acompañamos a la Patrulla Oso de la Junta en un día de trabajo en el Alto Sil. Su labor consiste, sobre todo, en observar: "Procuramos verlos sin molestarlos", nos cuenta uno de sus integrantes.

Su presencia plantea nuevos retos: convivir el medio rural y el oso pardo. Cada año, se gestionan unos 250 expedientes por daños provocados por el oso, que atacan sobre todo colmenas y huertas en busca de alimentos. De ahí la importancia de dar aviso de inmediato cuando se detecte la presencia del animal. 

Aunque está a punto de pasar a ser una especie vulnerable el oso sigue estando en peligro de extinción. El ser humano debe ser capaz de convivir con una especie que ha poblado la mayor parte de los cuentos infantiles.