Está siendo la atracción de este verano en muchos pueblos de Castilla y León. Un albañil zamorano talla con su motosierra cualquier tipo de figura que se le ponga por delante. Lo que empezó siendo una afición se ha convertido en un oficio singular. De momento lleva más de 12 exhibiciones y espera llegar a las 30. Sus creaciones en madera se las quitan de las manos.

Lorenzo tiene un don, en sus manos y en su mente. Tallar cualquier tipo de animal, con su motosierra, con la precisión que conlleva. Esmerado, detallista, comenzó medio en broma y ahora empieza a estar desbordado por las llamadas de los ayuntamientos.

Este verano acabará con más de 30 exhibiciones en todo Castilla y León. Para él, el precio de su trabajo lo dicen sus riñones, pues su mujer reconoce que cuando llega a casa para estirarse se cuelga de la puerta. Esta es una habilidad inusual que le ayuda a ganarse la vida.