El maestro, el virtuoso del lenguaje, el cazador de palabras, el hombre tranquilo, del campo, de las gentes, la grandeza y la sencillez, la esencia de Castilla.

Son sólo algunos de los muchos titulares dedicados en las últimas horas a Miguel Delibes. La noticia de su fallecimiento ha ocupado los espacios informativos dentro y fuera de nuestras fronteras. Imágenes y palabras del periodista, del escritor, del cazador… un homenaje a su obra, tan recordada estos días, a su vida, tan habalaba y admirada y a su persona, tan única.

Una persona querida, sobre todo, en su Valladolid natal. Así se vivió en la capilla ardiente, repleta de visitantes hasta el último minuto para darle el último adiós. La capital del Pisuerga ha vivido con las emociones a flor de piel más que nunca. Fueron muchos los que este sábado 13 acompañaron a Delibes en sus últimos minutos por las calles de su ciudad.

Entre aplausos recorrió los últimos metros hasta la catedral, donde se ofició una emotiva misa para despedirle. El escritor descansa ahora en el panteón de los Ilustres, enterrado junto a su mujer, como era su deseo. Ahora sí, el tiempo se agotó para Delibes… se ha ido pero vive para siempre en la memoria de todos.

Y es que ya lo decía él: "Permitamos que el tiempo venga a buscarnos en vez de luchar contra él". Y así lo ha hecho. Adiós, Don Miguel.