Dicen que su origen hace que cada agua sea diferente. Y eso es algo que la empresa Agua Palentina ha sabido aprovechar. Hace algunos años empezó a comercializar Fuentes de Lebanza, un agua que nace de los rincones más recónditos de la Montaña Palentina. Un agua muy consolidada que ha decidido dar el salto a territorios internacionales para llevar su calidad a la otra parte del mundo, concretamente a los Emiratos Árabes y el Golfo Pérsico.
La empresa ha sabido aprovechar sus puntos fuertes y, además de la calidad, ha aprovechado el diseño del producto para exportar a Oriente la frescura de la Montaña Palentina. "La estética y la multitud de formatos con que contamos es algo que han apreciado mucho en aquella zona", añadió Jorge Juárez, codirector general de Agua Palentina. Formatos como el PET (plástico completamente reciclable), el vidrio, o el ‘bag in box’ (una bolsa de agua en una caja que hace las funciones de grifo) llegarán hasta los países árabes "en función de las necesidades de cada uno".
Ha sido sin duda un largo y complicado proceso. "Vimos que otras marcas minerales del mundo, sobre todo francesas e italianas, gozaban de gran aceptación en la zona más rica de Oriente y decidimos lanzarnos al extranjero para hacer saber que estamos ahí y que contamos con la infraestructura básica para poder exportar", apuntó el responsable.
APUESTA POR LA INNOVACIÓN
En octubre se materializarán los primeros pedidos, si bien ha sido un proceso lento y laborioso, un "trabajo gris, que no se ve, pero en el que han tenido que implicarse numerosas personas". "Países como Arabia Saudita nos parecieron muy interesantes, porque allí el nivel de vida es muy alto y valoran mucho el agua mineral". Sin embargo, existen marcas muy diversas, por lo que desde Agua Palentina tratan de buscar un "efecto diferenciador", algo que les distinga del resto, como bien puede ser su envase de plástico en imitación de vidrio.
Fuentes de Lebanza llevará el nombre de Palencia al otro lado del globo, pero desde la empresa Agua Palentina creen que su trabajo no termina aquí. Es más, consideran "imprescindible" seguir avanzando en áreas como el I+D+i para investigar sobre nuevas posibilidades que sigan haciendo crecer su empresa.
Y en ello están, pues ya trabajan en la creación de un nuevo tipo de envase de plástico de origen vegetal y, por tanto, menos contaminante, que usan algunas empresas extranjeras y con el que buscan una señal diferenciadora del resto de empresas nacionales. Su producto llega además a países sudamericanos como Méjico o Panamá, donde tampoco hay acceso en muchas zonas a agua potable, todo ello en el marco de un proyecto de expansión que la empresa pretende que sea "un complemento" al trabajo que desarrollan aquí.
SIN COMPLEJOS
Un minucioso estudio de mercado, un sinfín de mails, llamadas telefónicas y sobre todo muchos meses de trabajo han hecho posible que una pequeña empresa, nacida en un paraje prácticamente desconocido del norte de la provincia de Palencia, dé el salto internacional y lleve el nombre de Fuentes de Lebanza al otro lado del mundo. De hecho, hasta San Salvador de Cantamuda, una pedanía de la localidad de La Pernía, donde se encuentra la embotelladora, han llegado empresarios árabes y chinos, para conocer de primera mano el producto.
"Las empresas pequeñas tenemos que quitarnos el complejo de de que no vamos a poder, de que ya existen marcas con una proyección internacional y el resto no tiene cabida en el mercado exterior. Tenemos que ir sin complejos por el mundo, aunque seamos una marca pequeña. Hay que saber buscar nuevas líneas de negocio y creo que el agua mineral va a ser un sector estratégico en los Emiratos Árabes, pues hay muchos países en los que el agua del grifo no se puede ni beber", destacó el codirector de Agua Palentina.
En una época en la crisis parece hacer mermar todos los negocios, pese a que "el del agua mineral, aunque también ha bajado, apenas se ha notado". La empresa Agua Palentina ha conseguido no solo mantenerse a flote, sino ampliar su mercado e internacionalizar una marca que nació hace apenas unos años como un proyecto emprendedor en lo más profundo de la Montaña Palentina y cuyos promotores ni siquiera sabían si iba a funcionar.