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Película: Melancolía.
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Título original: Melancholia.
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Dirección y guión: Lars Von Trier.
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Países: Dinamarca, Suecia, Francia, Alemania e Italia.
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Año: 2011.
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Duración: 130 min.
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Género: Drama.
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Interpretación: Kirsten Dunst (Justine), Charlotte Gainsbourg, Kiefer Sutherland, Charlotte Rampling, John Hurt, Alexander Skarsgård (Michael), Udo Kier, Stellan Skarsgård.
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Producción: Louise Vesth y Meta Louise Foldager.
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Fotografía: Manuel Alberto Claro.
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Montaje: Molly M. Stensgaard.
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Diseño de producción: Jette Lehmann.
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Vestuario: Manon Rasmussen.
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Distribuidora: Golem.
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Estreno en España: 4 Noviembre 2011.
SINOPSIS
Justine (Kirsten Dunst) y Michael (Alexander Skarsgard) dan una suntuosa fiesta para celebrar su boda en casa de la hermana de la novia (Charlotte Gainsbourg) y de su marido (Kiefer Sutherland). Mientras tanto, el planeta Melancolía avanza hacia la Tierra en esta película psicológica y catastrofista de Lars Von Trier.
CRÍTICA
"Causó sensación en el Festival de Cannes. Sin el desliz de su realizador en una rueda de prensa, habría ganado la Palme d’Or o por lo menos una merecida recompensa. Es una película especial, original y sorprendente. La poesía es sublime."
Os hablaré con claridad y sin tapujos: "Melancolía" tiene de todo. Probablemente a causa de esa dicotomía recibió una acogida contrastada. Hubo espectadores que la adoraron o la detestaron, aunque la crítica del Festival fue casi unánime en sus alabanzas, a las que no me sumo de manera tan tajante.
No basta con llamarse Lars Von Trier, con su fama y su talento. Se confunden los géneros una vez más cuando el director es el guionista. Es, quizá, el mayor obstáculo a la hora de disecar la obra. El guión adolece de carencias consecuentes. La trama es confusa, con aportes incoherentes y desligados que perturban. El hilo conductor se diluye en situaciones anárquicas que sólo aportan una complejidad inútil.
Lo dicho: cada mochuelo a su olivo. Que los directores dirijan y que los guionistas hagan lo propio. Ello no impide que el realizador contribuya con su toque personal, su sensibilidad y empatía, enriqueciendo el conjunto redactado por profesionales. Ser escritor no se improvisa. Billy Wilder primero fue guionista con Lubitsch antes de pasar tras la cámara. También Joseph Leo Manckiewicz, pero los ejemplos no son ley.
La interpretación es eminente. Kirsten Dunst interpreta a una Justine desquiciada y sensible, con variados y ricos matices. Su belleza es etérea, de las que brotan del alma, y se manifiesta en sus expresiones y en sus gestos. Me sorprendió agradablemente Charlotte Gainsbourg. Tiene madera y se nota. Los perros no hacen gatos.
Entre los actores masculinos aprecié en particular el aporte de Alexander Skarsgård. Es delicado y digno, un héroe enamorado al que su victoria vence. Kiefer Sutherland, sin embargo, resulta demasiado justo, no llega a la altura en ciertos planos de tensión extrema, como si su corazón estuviera ausente.
En los papeles secundarios dos destacan por su exactitud y carisma: Charlotte Rampling y John Hurt, ex pareja en la pantalla. La acidez, el sarcarmo y la ironía de sus personajes aportan una densidad que se agradece. Excelentes ambos.
La fotografía de Manuel Alberto Claro es espléndida, una pura obra de arte, sin la menor duda lo mejor de la cinta que se nos ofrece. Es onírica, sensible, delicada, romántica hasta el escalofrío. Sin su apoyo, "Melancolía" se quedaba sin sustancia.
La dirección, como cabía esperar, es buena. Las secuencias se encadenan con un bienvenido desorden que la iluminación, soberbia, enriquece. Pero no me gustó en absoluto el movimiento de la cámara cuando va al hombro. Es fastidioso y agotador para la vista. Marea sin necesidad, aporta confusión y hastío.
La escena final es muy bella, con cámara fija como corresponde. Aborda la cobardía del marido que se suicida para no compartir el terror que se avecina, abandonando a los que más le necesitan. La delicadeza de Justine es memorable, cumpliendo un sueño de niño para que, cuando llega la hora, la inocencia se quede…
He dicho.