Mientras casi todos dormimos...

El campo no para ni de noche

Cosechadores y empacadores no dan tregua en el tajo para satisfacer las necesidades de los agricultores

Mientras casi todos dormimos, la actividad es frenética en los campos de cereal de Castilla y León. 

Luces, ruido, máquinas de aquí para allá. De madrugada el campo es una locura estos días. El día no tiene horas suficientes. Las cosechadoras y empacadoras tienen que rendir al máximo.

"El cosechar por las noches es por aprovechar el día, porque si el día tuviera 30 horas estaríamos 30 horas. Los días se nos quedan cortos porque estamos en plena campaña y hay que hacerlo cuanto antes" nos cuenta José Luis, cosechador de Ataquines pero que se mueve durante todo el verano por el entorno de Arévalo.

No hay tregua. Son días de locos para estas empresas agrícolas. Hay que satisfacer a todos los agricultores que no tienen cosechadora propia y amortizar el dineral de las máquinas. Los rastrojos también parecen una discoteca. 

"Ahora tenemos dos meses en que prácticamente nada de salir. Tú tienes que estar aquí. Las máquinas están siempre las 24 horas del día y hay que estar pendiente" dice Mariano, empacador en San Pablo de la Moraleja, en Valladolid. 

Esta campaña está saliendo paja para aburrir, nos dicen. Y cada paquete que cae es un pasito menos para concluir su particular temporada.