La inteligencia artificial está cada vez más presente en distintos ámbitos de la vida cotidiana. Conocer sus riesgos y también cómo sacarle mayor partido es el objetivo de la guía elaborada por ADICAE en colaboración con el Ministerio de Derechos Sociales y Consumo.
El documento analiza cómo las inteligencias artificiales pueden influir en los hábitos de consumo. Estas tecnologías ofrecen ventajas tanto para las empresas como para los clientes. “Las ventajas principales que tenemos como consumidores son la personalización de servicios. Por ejemplo, hay seguros que ya se pueden personalizar con exactamente lo que quiera el consumidor, para no pagar de más”, explica Alejandro Cano, coordinador de ADICAE en Castilla y León.
A la personalización se suma la disponibilidad permanente, las 24 horas del día. Sin embargo, Cano advierte de que es necesario ser conscientes de sus límites. “Otra cosa es que las inteligencias artificiales siempre actúen honestamente. No hay que olvidar que estas inteligencias artificiales están desarrolladas por empresas privadas, cuyo objetivo es siempre vender más. Por eso, desde ADICAE lo que queremos es que se haga uso por parte del consumidor de las inteligencias artificiales, pero con derechos, de una forma consciente y, por supuesto, con regulación”.
Para obtener respuestas más útiles y fiables, la guía insiste en la importancia de saber qué instrucciones dar a la IA. “Probablemente muchas de las primeras respuestas que ofrezcan sean productos de la propia empresa a la que se está consultando. Pero con buenas instrucciones, con buenos ‘prompts’ que aparecen en la guía, podemos limitar ese sesgo y afinar mucho más”, señala Cano.
Actualmente, los ámbitos en los que más se utiliza la inteligencia artificial en el consumo son la atención al cliente, los comparadores de productos y la planificación de viajes y experiencias.