Antiguamente la carne se ponía en manteca para alargar su conservación. La versión sofisticada de este método son los tarros de cristal en aceite que varias industrias cárnicas utilizan, no solo para alargar la caducidad del producto, sino para que también lo tengamos mucho más fácil a la hora de consumirlos con un cómodo 'abrir y listo'.
Caminos y Sabores se ha acercado a la fábrica La Venta Tabanera para conocer de que manera se lleva a cabo este proceso de conservación de los alimentos.