Caléndula, el superordenador de Castilla y León, ofrece 6 millones de horas de cálculo a científicos de todo el mundo cada año. Resultó crucial para las investigaciones del Premio Nobel de Física de 2017.

Pero no sólo ayuda a científicos. La posibilidad de volver a una docencia telemática, online, ha hecho que el Centro de Supercomputación de Castilla y León apoye los campus virtuales para que nada falle en el regreso a clase.
 
Se encuentran en pleno programa piloto con la USAL y la UVa, con ellos trabajan posibles laboratorios online y evalúan los campus virtuales para que, en caso de una alta demanda, no se saturen los sistemas.

Por sus cables, también pasa el tráfico de Internet de los colegios de la Comunidad. Ahora están inmersos en un proyecto que generará un repositorio de Ciencia Abierta. "Los hospitales están generando mucha información, pruebas de radiografías, genética, que si se pudiera almacenar en algún sitio, los sistemas de inteligencia artificial podrían utilizarlo", asegura el director general de SCAYLE, Vicente Matellán.

Ofrecen petabytes de almacenamiento. Esto es un millón de gigas. Investigadores de las universidades de León y de Salamanca ya están haciendo uso de esta nube de datos.