Betsaida, vecina de Burgos, asegura que su propietario le comunicó que debía abandonar el piso tras conocer su embarazo. Cáritas confirma que no es un caso aislado y denuncia que algunos dueños condicionan el alquiler por la presencia de menores, lo que puede derivar en prácticas abusivas.

Desde la organización social subrayan que han atendido varios episodios similares en los últimos tiempos. Alertan de que la búsqueda del “inquilino perfecto” puede transformarse en un abuso, especialmente cuando se discrimina a familias por su maternidad o por la presencia de menores.

Según explican, entre algunas desconfianzas de los propietarios figura el temor a que una familia con hijos pueda ser declarada vulnerable, lo que —interpretan— dificultaría un eventual desahucio. Cáritas recuerda que este tipo de prácticas deja a personas y hogares “de la noche a la mañana” sin alternativa habitacional y reclama evitar criterios de selección que, en la práctica, expulsan del mercado del alquiler a quienes más protección necesitan.

La oenegé insiste en que no se trata de un caso puntual y pide extremar la vigilancia ante situaciones de discriminación por embarazo o presencia de menores en el hogar, así como promover alquileres con garantías que no penalicen la maternidad ni la infancia.