España está lista para conseguir esta semana la aprobación de la Unión Europa para subvencionar al sector del carbón hasta fines del 2014, pese a las críticas de ecologistas y del regulador español de energía, dijeron el lunes fuentes que conocen el proceso. Además, España dispondrá de más de tiempo que otros países del bloque -que tienen hasta el 15 de octubre del 2014- para retirar las ayudas. "La Comisión dirá que las subvenciones no podrán producirse más allá del 31 de diciembre de 2014", dijo una de las personas.Los detractores al programa dentro de la Comisión Europea buscan tapar cualquier agujero que permita a España ampliar esta ayuda más allá de 2014."Algunos comisarios quieren atar garantías políticas por parte de España en el sentido de que esto no se amplíe más allá de 2014", dijo otra fuente. La Comisión Nacional de Energía (CNE) ha criticado el decreto del Gobierno español al considerar que distorsionaría el mercado eléctrico y los precios mayoristas de electricidad, ya que reduciría las importaciones a favor de un carbón doméstico que no es competitivo. El Gobierno español justifica el programa por razones de seguridad en el suministro. Esta cláusula dentro de la directiva europea de electricidad permite a los países de la UE priorizar a las instalaciones eléctricas que emplean fuentes de energía nacionales cuando hay riesgos de suministro. El grupo ecologista WWF dijo en una carta enviada la semana pasada al comisario de Competencia, Joaquín Almunia, que estas afirmaciones carecen de fundamento porque España ha sido un exportador neto de electricidad durante al menos los últimos seis años. El brazo ejecutivo de la UE anunciará la decisión el miércoles, día que coincidirá con una protesta de mineros españoles que reclaman cobrar salarios atrasados y con una huelga general en el país, que se enmarca en una serie de movilizaciones previstas para este otoño en Europa. Un borrador de la Comisión mostró en junio que las subvenciones a la industria de la minería del carbón en Polonia, Alemania, España, RumanIa, Hungría y Eslovaquia podrían alcanzar los 3.200 millones este año frente a los 2.900 millones de 2008