100.000 personas trabajan en Europa en el sector de la minería, 42.000 de manera directa y 55.000 de manera indirecta. El sector vive una reconversión constante y se enfrenta ahora a su propia agonía.
Quienes lo repudian insisten en que es más contaminante que otras fuentes, más caro que el que llega de los países emergentes y que no se puede subvencionar eternamente a una industria condenada a desaparecer.
Quienes lo defienden enarbolan que es la única materia prima con la que no dependemos del exterior, que va a extraerse con mucho menos C02 gracias a proyectos como la planta de captura de la ciudad de la energía y que aún subvencionado su prima es mucho menor que la que a día de hoy reciben las renovables y otras energías.
18 euros frente a los 42 que cobran o han recibido la hidráulica o la eólica.
7.441 trabajadores cotizan en España en el régimen especial de la minería, casi la mitad en Castilla y León. 2.200 lo hacen en la empresa pública Hulleras del norte, el resto en empresas privadas que se ubican sobre todo en en León y Palencia, Asturias, Teruel, Córdoba y Ciudad Real.
El sector ha pasado en 20 años de 50.000 trabajadores a menos de 10.000.
Presionado por Bruselas, hace un año el Gobierno elimina las primas a la quema de carbón nacional. Su crisis continua se reaviva además con la situación económica. La caída de la demanda empieza a acumular montañas y montañas de carbón y las térmicas se plantan. Desde hace un año no compran carbón nacional y desde febrero no se quema nada. La situación empieza a ser insostenible y el Ejecutivo retoma un decreto paralizado ahora en el órgano de Gobierno de la comisión, el colegio de comisarios, que no sólo no ha resuelto aún sobre el mismo sino que además en julio aprobaba una propuesta de vincular las ayudas al cierre de las explotaciones en 2014. La fecha marcada en rojo el 15 de octubre.
La decisión tiene que ir ahora al consejo de Europa y el apoyo de Alemania puede ser clave. La reserva energética es el principal argumento del gobierno español. Varias directivas comunitarias permiten a un estado cubrir hasta el 15% de su producción energética con fuentes autóctonas por razones de seguridad.
En Europa, Alemania y Polonia copan la producción con más de 340 millones de toneladas, 18 produce Reino Unido, alrededor de 10 millones España.
En el mundo China es la gran productora y acapara casi la mitad de toda la producción mundial con 2760 millones de toneladas seguida de Estados Unidos con alrededor de 1000. Rusia produce 247 millones de toneladas.
En juego además millonarias inversiones los 60 millones de euros que ha hecho la hullera vasco leonesa en los pozos Emilio y Aurelio, los más de 18 millones que el grupo Uninsa hizo en 2004 en este pozo del abuelo.
170 millones se van a invertir en una planta de captura de CO2 que será referente en Europa y que sin carbón poco tendrá que hacer, eso sí no estará a pleno rendimiento hasta 2020.
De forma paralela la batalla de los mineros se vive en la calle y bajo tierra. 20 días de encierro ya a más de 500 metros bajo tierra en este pozo de las cuevas y en Trémor de Arriba, una huelga de hambre frente a las empresas que no pagan las nóminas, un encierro en el ministerio de industria, cortes de carreteras y manifestaciones e inminente huelga para mañana, el día 23, el 29 y el 30 de este mes.
Las eléctricas y gasísticas mientras hacen la guerra por su cuenta y han recurrido el decreto que prima la producción nacional al Tribunal Supremo. El carbón importado les cuesta casi tres veces menos que el carbón autóctono que dicen además es de peor calidad.
Contra ellas ha cargado el que es uno de los mayores empresarios del sector y presidente de Carbounión. Los empresarios aseguran que lo que les paga HUNOSA por almacenar el carbón no llega, el Gobierno dice que desde julio del año pasado les ha pagado 367 millones de euros en ayudas, las empresas matizan que 144 son ingresos por los 2 millones de toneladas extraídos.