El miedo a no tener teléfono móvil se ha convertido en un problema habitual. Se llama nomofobia y podría estar afectando a dos de cada tres personas. En meses como el de agosto, los números crecen más aún, ya que tenemos más tiempo libre.

Consultar el teléfono móvil se ha convertido en un tic, en algo inconsciente. Clara González es psicóloga en Hermanas hospitalarias de Palencia y explica que el primer paso es "Reconocer que hay una dependencia". Casi todos caemos y el porcentaje es altísimo. Entre jóvenes supera el 80% y en vacaciones puede superar el 60%.

Los encargados de diseñar las aplicaciones quieren engancharle. Cuanto más tiempo las mira, más publicidad consume y más dinero ganan. Desactivar las notificaciones y limitar la utilización de ciertas apps son pequeños consejos para evitar quedarse atrapado en él.