El Gobierno tiene pensado liberar este año varios tramos de peajes, en total 500 kilómetros de la red de autopistas. El próximo 31 de agosto finaliza la concesión de la AP-7 entre Salou y la frontera francesa y de la AP-2 entre Zaragoza y El Vendrell. En Castilla y León están pendientes de liberalización un total de 201 kilómetros. Somos la cuarta comunidad con más tramos en los que hay que pagar. Entre ellos están las autopistas que unen Segovia y Ávila con Madrid y dos vías en León que unen la capital con Astorga y la provincia con Asturias.

La autopista de alta montaña entre León y Asturias es la segunda más cara del país, 13,50 euros por 86 kilómetros de vial y con una concesión que el exministro Cascos amplió hasta 2050. La concesionaria advierte que todavía le fatla más de 400 millones por amortizar para desgracia de los conductores. Cinco años más, hasta 2055, seguiremos pagando en este peaje hacia Astorga. Apenas tiene tráfico porque todo el flujo de camiones de polígonos cercanos como el de Villadangos transita por la Nacional. Una reivindicación histórica porque muchos todavía se acuerdan cuando el presidente Zapatero, leonés, prometió rescatar estos dos peajes.

En Segovia, el peaje de la AP-6 seguirá al menos hasta 2029 a pesar de que los segovianos han pedido en numerosas ocasiones que sea gratuito, teniendo en cuenta que esta autopista ya lleva medio siglo en actividad. Este caso repercute directamente en la seguridad de los vecinos de San Rafael, que sufren el paso de coches y camiones que quieren evitar el peaje.

Desde la plataforma Ávila Libre de Peajes están satisfechos por la liberalización de varias autopistas, aunque señalan que, por desgracia, esto no se producirá en las vías que cruzan la provincia abulense al menos hasta 2029. Muestran además su incertidumbre ante una posible licitación de otros siete años.