La joven agredida este jueves por su expareja en Almazán (Soria) contaba con una orden policial de riesgo “bajo”, después de que el pasado 28 de noviembre denunciara otro ataque y se impusiera una orden de alejamiento contra el agresor al día siguiente, que no ha respetado. Por ello, además del apuñalamiento, se enfrentará a otro delito de quebrantamiento de condena, según explicó hoy en Valladolid el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano.

En ese sentido, el delegado informó de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en concreto, la Guardia Civil continúa buscando al presunto agresor, un hombre de nacionalidad hondureña de 36 años, cuya identidad responde a las iniciales V.L.S.M. Ruiz Medrano explicó que sobre las seis de la mañana se localizó una furgoneta, propiedad del hombre, sin que por el momento haya sido encontrado y detenido.

Asimismo, el delegado indicó que la joven de 24 años y nacionalidad rumana, que recibió varias puñaladas por la espalda cuando se dirigía de su trabajo a su residencia habitual, se encuentra estable dentro de la gravedad por lo que está recibiendo asistencia en el Hospital Santa Bárbara de Soria, a donde fue trasladada este jueves. La agresión se produjo sobre las 19.10 horas en la céntrica calle de Gran Vía de Almazán.

También, el delegado del Gobierno explicó que un total de 2.460 mujeres de Castilla y León recibe atención policial activa. De ellas, recibe protección 580, en función de los riesgos establecidos -bajo, La joven agredida por su expareja en Almazán (Soria) tenía una orden policial de riesgo “bajo”. Sobre el número de agentes destinados a estas tareas, señaló que la Guardia Civil y la Policía Nacional cuentan con dos unidades -ENUME y UPAP-, que se encargan de evaluar y coordinar la asistencia, si bien actúan también los agentes destinados a la seguridad ciudadana.

Finalmente, Ruiz Medrano condenó de forma “enérgica” todos los actos de violencia que han sufrido las mujeres en los últimos días, ya sean físicos o psíquicos.