La escuela de Bañuelos de Bureba, Burgos, lleva el nombre de Antonio Benaiges, el maestro catalán que llegó a la localidad en 1934 y marcó la historia del pueblo. Entonces no había luz eléctrica ni agua corriente, pero con su dinero el profesor compró un gramófono y una imprenta. 30 niños escribieron, ilustraron e imprimieron revistas que son el reflejo de aquellos años. Fueron educados mediante la técnica Freinet por la que apostó este profesor, una modelo basado en la libertad y donde los temarios eran escogidos por los alumnos.

El maestro les prometió a los niños que les llevaría a ver el mar, pero no pudo cumplir su promesa porque le fusilaron en 1936. Revolucionó la educación del pueblo y su familia aún guarda escritos y fotografías. 85 años después, su recuerdo aún permanece en esta localidad burgalesa.