Es el primer año en el que no ha habido lectura de manifiesto en la campa de Villalar, eso no ha impedido escuchar mensajes en defensa de Castilla y León. Todos esos mensajes han girado entorno a la difícil situación social y económica que atravesamos.
 
En el mismo lugar donde otros años se leía el manifiesto conjunto, en esta ocasión sólo se ha escuchado la música. Por primera vez en más de una década, el Día de Castilla y León no ha tenido mensaje reivindicativo común, pero sí manifiestos individuales.

También los sindicatos y la cumbre social han tenido su propio texto, centrado sobre todo en el desempleo.