Tatiana tarda hasta 10 minutos en ponerse toda la protección para entrar en una casa donde hay un dependiente con coronavirus. Ha llegado a hacer esto ocho veces en un mismo día. "Cada casa es un EPI nuevo: todo nuevo, todos los días", nos dice esta auxiliar de asistencia a domicilio. Ella forma parte de la unidad especial que se ha creado en Valladolid para atender a dependientes que además tienen COVID-19.

Maribel lleva años trabajando en la asistencia a domicilio. Hace unos meses tuvo coronavirus. En su caso no se infectó en el trabajo. Estuvo parada y sin ERTE casi medio año. Los ancianos a los que atendía tenían miedo, nos cuenta que cuando empezó la pandemia ninguno de los usuarios quiso que fuera a su casa.

En el equipo COVID del Ayuntamiento de Valladolid hacen una PCR cada semana a todas las auxiliares. Desde marzo, y en la primera línera, ninguna se ha contagiado.