Viven de la publicidad, el montaje, la televisión o hasta de hacer traducciones y dedican al corto, a su pasión por el cine, las horas libres que les dejan esos trabajos "alimenticios".

Diego Puertas, Andrea Fernández Alonso, Juan Carrascal-Yñigo, Javier San Román, los hermanos José y César Esteban Alenda y Gerardo Herrero, los siete jóvenes cineastas, que participan este lunes en la sección 'Castilla y León en corto' de la 56ª Semana Internacional de Cine de Valladolid, se han encontrado muchos obstáculos en el camino del séptimo arte, pero siempre se las han arreglado para superarlos.

El tesón, el esfuerzo y, como afirma Gerardo Herrero en una síntesis de lo que piensan todos, la aspiración de "poder contar historias con absoluta libertad" son sus mejores armas a la hora de solventar los problemas que surgen cada día, la mayoría relacionados con la escasez de los medios a su disposición y la estrechez de los presupuestos que manejan.

Diego Puertas (Valladolid, 1980) recorrió "un camino muy duro" y "lleno de baches y disgustos" para poner en pie su primer cortometraje "profesional", 'G', la historia de un mercenario de elite a caballo entre "el 'thriller' y la comedia castiza", que financió "de manera independiente" y "sin subvenciones".

Reunir "el dinero" necesario para este proyecto, que tardó dos años en completar y que se podrá ver este lunesen Valladolid, fue para él "lo más difícil", junto a otros problemas que surgieron "en el rodaje" cuando "alguien no es experto", como "el sonido", que hubo que "rehacer entero en posproducción".

A pesar de los sinsabores, este traductor de inglés "freelance y autodidacta" reconoce que el corto también le ha dado muchas alegrías, una de las más importantes, poder estar en la Seminci, un festival en el que creció "como espectador".

Andrea Fernández Alonso (Valladolid, 1980) vive en Portugal, donde trabaja como "autónoma" en el medio audiovisual. 'Despedida', un ejercicio de estilo sobre la llegada del invierno a Lisboa, es su cuarta aventura personal y para poder competir con ella en Valladolid ha recorrido una senda plagada de "muchos" problemas.

"Siempre he trabajado con presupuestos ridículos o inexistentes y habitualmente sin equipo técnico. De ahí, desdoblarte en mil funciones, cambiar el guión sobre la marcha, simplificar todo al máximo y olvidarte muchas veces de las ideas que habías visualizado...", explica la vallisoletana, quien reconoce que, a pesar de todo, ha contado con "gente genial, que ha trabajado duramente, sin ningún tipo de retribución económica, y que lo volvería a hacer".

Como Diego Puertas, guarda en el cajón varios proyectos, tanto de largos como de cortos, y espera que algún día se cumpla su "sueño" de "rodar con película" de cine de verdad. Con que sea de 16 milímetros la vale.

Un montador

Juan Carrascal-Yñigo (Valladolid, 1979) ganó el año pasado, junto a su compañero de fatigas Arturo Artal, el premio de esta sección con 'Las remesas' y ahora regresa con 'El maná', protagonizado por un indígena wayúu de Colombia, dueño de una tienda-bar que planea transformar en casino. Socio fundador de la productora Trapper John, se gana la vida como montador de todo tipo de productos audiovisuales, desde anuncios publicitarios a programas de televisión, una labor que compagina con la dirección y producción de proyectos propios, tanto en el campo de la ficción como en el del documental.

Al margen del "dinero", para Carrascal-Yñigo lo más complicado en esta profesión es "conseguir que alguien te escuche si no vas de la mano" de una persona con contactos. Su solución: "trabajar como mercenario" hasta conseguir la financiación suficiente para "levantar" sus filmes de forma autónoma.

'Combatidos', el retrato de un miliciano español y un brigadista inglés que coinciden en la batalla del Jarama, es el quinto cortometraje de un publicista con vocación de cineasta, Javier San Román (Ávila, 1967), quien este luneslo presenta en la Seminci, al igual que ya hiciera el año pasado con el anterior, 'Esto no es amor'.

"Encontrar un buen productor que te respalde y apueste por el corto como formato" y reunir "el dinero necesario" para que se encienda la luz verde son, como en la mayoría de los casos, las dos bestias negras de San Román, muy consciente de que "con ilusión se cubre todo lo demás".

"Hay muy buenos técnicos y actores que están esperando una oportunidad y a los que no les importa trabajar de forma desinteresada", recalca el abulense, quien hace dos años amplió horizontes creativos con el estreno de su primera obra de teatro como dramaturgo, 'Amor de mono', que "funcionó muy bien y fue un éxito". La segunda parte, 'Héroes y cobardes', ya está asegurada.

El fin de la inocencia

Los hermanos José y César Esteban Alenda tienen la suerte de "dedicarse al cine 'full time' y de contar en su haber con un Goya, por el corto de animación 'La increíble historia del hombre sin sombra' y un Roel de Oro de la Semana de Cine de Medina del Campo, por 'El orden de las cosas'. 'Matar a un niño', su sexto cortometraje, rodado en La Adrada (Ávila), mostrará este lunesen la Seminci cómo se puede acabar con "la inocencia" de una tierna criatura.

José Esteban Alenda (Madrid, 1977) reconoce que ambos son "unos privilegiados" por "poder hacer" lo que les "gusta" y haber dejado atrás sus respectivas profesiones, asesor de inversiones y arquitecto. "Empezar de cero", ya que ninguno de los dos fue "a una escuela de cine", ha sido para los dos hermanos el principal obstáculo a la hora de abrirse camino en un sector donde se han ido "curtiendo" y han "cometido todos los errores que se podían cometer". Su siguiente reto: un largo, o mejor dicho, dos, ya que cada uno tiene un guión entre manos, una comedia surrealista y un 'thriller' policiaco.

Diego Puertas (Zamora, 1979) se dedica "por completo" al cine y la publicidad como "director y guionista" y en esta 56ª Seminci compite con 'Picnic', donde una familia merienda en un bosque ajena al peligro que le aguarda. Su "principal objetivo" y su "máxima aspiración" es "poder contar historias con absoluta libertad", recalca el zamorano, que actualmente trabaja "en varios guiones de largo, un formato que todos los directores desean explorar tarde o temprano, pero que es menos libre que el corto".

Para poder hacer realidad ese sueño, Puertas ha tenido que solventar varios problemas. "El principal, como casi en todo, es buscar el dinero para poder llevar a cabo los proyectos. Es un proceso duro y quienes lo manejan tampoco lo ponen nada fácil a veces".