SALUD

'El Alzheimer es muy cruel'

  • Marisa es sólo un ejemplo de la deciación de los familiares
  • Los centros de día ayudan a los familiares a tener más tiempo para ellos

Estefanía Ureña

No sólo los enfermos sufren el Alzheimer. La enfermedad también cambia la vida de los familiares que, a partir del diágnostico, deben dedicarse a ellos a tiempo completo.

Marisa es sólo uno de los miles de ejemplos que hay en nuestra Comunidad. No trabaja para poder invertir cada hora en el cuidado de su madre. El Centro de día le ayuda a sobrevellar una carga que, a veces, pesa demasiado.

Hace quince años diagnosticaron a su madre Alzheimer. Desde entonces comparte con ella su domicilio familiar, en el que también vive su marido.

Marisa ya no va a ninguna parte sin que le acompañe su madre. Alzheimer y dependencia significan para ella la misma palabra, por eso no duda en calificar de cruel la enfermedad: "A medida que avanza el tiempo te vas familiarizando con ella. Pero hay veces que se agota la paciencia. Después vuelves a remontar".

A pesar de todo nunca ha dudado que es su deber hacerse cargo de su madre. Asegura que a ella le debe mucho y ahora, cuando más la necesita, "no la puede abandonar".