El libro 'FASA y el 4/4. Así comenzó todo' repasa los orígenes de la factoría vallisoletana de fabricación de automóviles, que nació hace 58 años, y los detalles del lanzamiento de su mítico primer modelo.
La obra se entregará gratis con El Mundo el próximo domingo y es fruto del trabajo de Carmen Rodríguez Jiménez-Alfaro, Juan Carlos Real Molina y Enrique Martí Mingarro, que hoy presentaron el libo en sociedad en un acto en el Museo de la Ciencia en Valladolid.
Rodríguez, impulsora del proyecto editorial y que abre el primer capítulo de la obra ('La ciudad que vio nace el 4/4'), ha trabajado para recuperar la figura de su tío-abuelo, Manuel Jiménez-Alfaro, como fundador de FASA y el hombre que logró la licencia de fabricación del Renault.
Carmen Rodríguez destacó cómo el teniente-coronel pidió una excedencia para embarcarse en una "aventura de locos" y crear la primera fábrica automovilística de España de capital privado.
El periodista Juan Carlos Real Molina, que trabajó en el gabinete de comunicación de FASA-Renault y Renault España durante ocho años, se encarga del segundo capítulo ('Así nació FASA. El triunfo de la constancia'), que pretende ser un "reconocimiento" a los hombres que hicieron posible la consecución del proyecto.
"La obra constituye un modesto homenaje a esos ex compañeros", dijo, para aclarar que el texto recoge las "luchas" para lograr poner en funcionamiento la factoría y el gran logro que supuso la fabricación del 4/4.
Enrique Martí Mingarro, presidente del Club Español de Amigos del Renault 4/4, es autor del tercer y último capítulo, de la obra ('Renault 4 CV. Un gran automóvil'), cuyas páginas están ilustradas con una variado material fotográfico de la época.
El director de Diario de Valladolid-El Mundo, Vidal Arranz, aclaró que el proyecto editorial arrancó el año pasado, "ajeno a todos los avatares" que ha vivido la factoría de Renault en Valladolid.
Así, incidió en que debería haber salido antes, pero lo ha hecho, recordó, "en el día más alegre para Renault", tras la presentación ayer del nuevo plan industrial para la factoría, que supone que "tiene futuro".
Vidal reseñó que la obra es un homenaje al "emblemático" proyecto que llegó a Valladolid hace más de medio siglo, y que constituye ya "parte sustancial de la historia de la ciudad".