La vacuna frente a la COVID-19 lleva una dosis extra de sosiego. Saray Martín es médico residente de Medicina Preventiva en el Hospital de Salamanca y destaca la tranquilidad que siente al saber que "estoy protegida un 90% contra la enfermedad grave". Sin embargo, nada cambia en su vida cuando deja el hospital y sigue manteniendo las mismas medidas de prevención y no se han quitado la mascarilla.

La vacunación avanza, pero aún estamos lejos de hacer vida normal. Eulalia, enfermera en el Hospital Felipe II de Valladolid, hace semanas que está protegida. Realiza las mismas tareas en su turno de trabajo y después, no hace tanto planes de ocio o se relaciona con tanta gente como antes.

La vacuna previenen la infección y evitan los casos graves. Pero la inmunidad 100% no está garantizada: "Te vacunas y te puedes contagiar, aunque no de la misma manera. Para eso lo quieren, para que los hospitales se liberen un poco", explica la auxiliar de enfermería Denise Valentín. 

Incluso siendo jóvenes y estando vacunadas, no hay abrazos, besos o reuniones multitudinarias en la vida de ninguna de ellas.