'MÚSICOS POR LA NATURALEZA'

Knopfler paraliza Gredos

  • Se movió poco por los problemas de espalda que padece
  • El público se mostró completamente entregado

ICAL / Ávila

Ni la plaza de toros de Las Ventas (Madrid) ni la capital compostelana, donde se calcularon unos 9.000 asistentes, ni mucho menos los conciertos restantes, en Córdoba y Bilbao, ofrecidos por el artista escocés Mark Knopfler pudieron alcanzar las 11.000 personas que acudieron al Parque Regional de la Sierra de Gredos (Ávila) para despedir ‘Get Lucky Tour’, la gira española y europea que concluyó en el marco del festival ‘Músicos en la Naturaleza’, que organiza la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, a través de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, con el objetivo de promocionar los espacios naturales de la región.

La Finca Mesegosillo, a pocos metros del municipio de Hoyos del Espino, se vio asaltada por una masa de asistentes llegados de toda la geografía española, así como de otros países, como Alemania o Reino Unido, con el fin de asistir al último de los cerca de 90 conciertos que han conformado este tour por Europa, desde que arrancara, en septiembre del año pasado, en Londres.

Un vaquero escocés

Tras el aperitivo de Pieta Brown y Bo Ramsey, elegidos personalmente por el artista de Glasgow y que realizaron en Ávila el único concierto en España como teloneros de Knopfler, casi con puntualidad británica, a las 22.07 horas, sonaron las primeras notas de 'Border reiver', el primer tema del último disco de Mark Knopfler, 'Get Lucky', que ha dado nombre a la gira y que sirvió para hacer temblar al público ante lo que le esperaba.

La iluminación se centró, blanca, fija, sobre un hombre sentado en un taburete del que apenas se movió en toda la velada –por los problemas de espalda que padece-, salvo para saludar, a modo de despedida, en los dos amagos que hizo de finalizar el concierto y que provocaron que el público reclamara más canciones al ex vocalista de Dire Straits.

Con vaqueros, una camiseta negra, una sobrecamisa estampada y una guitarra, o algunas más, porque rara fue la canción en la que no apareció con una distinta entre sus manos –una de ellas, incluso, con una micro cámara incorporada que permitía seguir, a través de dos pantallas gigantes instaladas a ambos lados del escenario, los punteos que se marcó en varios temas el guitarrista-, Mark Knopfler deleitó a los asistentes con unos primeros temas pertenecientes a su trayectoria en solitario.

A 'Border reiver' le siguieron 'What it is', con un acompañamiento del flautista Mike McGoldrick que dejó sin aliento al público, 'Sailing to Philadelphia', 'Coyote' y 'Hilfarmers blues', para, después, hacer una pausa apenas perceptible y dar paso a algunos de los temas más conocidos y cantados por el público asistente al concierto, fiel a no abandonar aquellas canciones que hicieron archiconocidos a Dire Straits.

Maestría

'Romeo and Juliet' despertó los sentimientos más escondidos de los asistentes, que no dudaron en silbar cada acorde y cada estrofa, limpiamente interpretados por el artista y los músicos –entre ellos, el violinista John McCusker protagonizó también momentos inolvidables- que le acompañaron sobre el escenario, de 24 por 14 metros, instalado en el límite del Parque Regional de la Sierra de Gredos.

Fueron 14 los temas que sonaron a lo largo de las casi dos horas de concierto, aunque ninguno de ellos logró los aplausos, gritos y coros que 'Sultans of Swing', que precedió un punteo en el que se invitó a los asistentes a corear “oe, oe, oe”, que se convirtió, desde ese momento, en el himno que sirvió también para pedir más canciones al artista. Éste aprovechó para explayarse ampliamente con la guitarra en el tema y para presentar a los músicos que le han acompañado durante la gira que este sábado tocó a su fin.

Fue ese el momento elegido también por Mark Knopfler para dirigirse al público, al que únicamente había saludado, con un gesto realizado con el brazo, en su salida al escenario. En inglés, agradeció en varias ocasiones la asistencia de las 11.000 personas que acudieron a Gredos para verle.

Después vinieron 'Marbbletown' y 'Speedway at Nazareth', así como 'Done with Bonaparte', tema tras el que llegó otro de los grandes momentos de la noche, cuando Knopfler repitió su virtuosismo natural en varios solos de guitarra que salpicaron 'Telegraph road', que alcanzó los 14 minutos de duración.

Trayectoria

Un brindis de los músicos y llegó la despedida momentánea del concierto, pues aún faltaban tres canciones más en las que Mark Knopfler echó mano de Dire Straits para interpretar 'Brothers in arms' y 'So far away', que dieron paso, tras otros dos minutos de hacerse de rogar, a otro tema de su último trabajo, 'Piper to the end', con el que, ya sí, se llegó al final.

Para quien aún quiso más música, Knopfler sirvió de 'telonero' a los vallisoletanos Arizona Baby, que sonaron en el Escenario 2, a la izquierda del principal, animando a los que se quedaron con ganas de más de Mark Knopfler, de una guitarra escocesa que entró, en la noche abulense de Gredos, en la liga de las estrellas que ya es historia del Festival ‘Músicos en la Naturaleza’, junto a Sting, Nacha Pop, Bob Dylan o Miguel Ríos.

Así lo pudieron comprobar nostálgicos de otros años, pero también treintañeros que podrán recordar este concierto –al que asistieron el presidente de las Cortes de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago; las consejeras de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, y Administración Autonómica, Isabel Alonso; el presidente de Cepyme y Cecale, Jesús Terciado; el presidente de la Diputación de Ávila, Agustín González, y cerca de 70 medios de comunicación acreditados-, así como otros de los que se han celebrado en la gira europea del guitarrista de Glasgow, gracias a las nuevas tecnologías y su venta en MP3.