Uno de los superventas de estas navidades, con toda seguridad, será un libro sobre la infancia de Jesús que acaba de publicar el Papa Benedicto XVI. Además de oportuno en las fechas es puntilloso en el contenido. Recuerda a millones de cristianos que están a punto de montar el tradicional nacimiento que ahí, en el pesebre, no hubo ni mula ni buey.
La profesora de Historia del Arte de la Universidad CEU San Pablo, Sirga de la Pisa, ha explicado que en el nacimiento de Jesús siempre se han representado un buey y una mula porque la tradición, y en este caso el Evangelio Apócrifo del Pseudomateo --no considerado canónico por la Iglesia--, han añadido información complementaria a ese momento histórico. Así lo ha indicado tras conocerse el contenido del último libro escrito por el Papa 'La Infancia de Jesús'.
"Los Evangelios son breves al narrar la realidad histórica del nacimiento de Jesús, por lo que la tradición añade información que complementa desde un punto de vista humano el momento del nacimiento del Niño en Belén", ha subrayado, al tiempo que ha concretado que "el buey y la mula están mencionados en el Evangelio Apócrifo del Pseudomateo, texto no considerado canónico por la Iglesia, escrito en el siglo VII por un autor desconocido".
Lo relaciona así con la profecía de Isaías (1, 3) en la que se lee: 'El buey reconoce a su dueño y el asno, el pesebre de su amo; ¡pero Israel no me reconoce y mi pueblo no entiende mi voz'. Así, este título 3 del capítulo 1 alude al humilde y desconocido nacimiento de Jesús