El presidente de Caja de Ávila, Agustín González, agradeció al término del Consejo de Administración Extraordinario de la entidad, en el que se aprobó la integración en el SIP de Caja Madrid, el gesto de los tres consejeros socialistas, que se ausentaron en el momento de la votación, porque contribuye a “suavizar” las cosas.
González afirmó que “no es lo mismo” ausentarse que votar en contra, como había ocurrido hasta ahora, aunque la abstención se produjo después de que el PSOE de Castilla y León pidiera tanto a sus consejeros en la entidad abulense como en la segoviana que no votaran por las “inquietudes” que les provoca el proceso y hasta que no se conozca la postura definitiva de la Junta de Castilla y León, que, hasta ahora, no ha visto con buenos ojos la integración de las dos cajas castellano y leonesas en una ‘fusión fría’ con otras entidades que no son de la región.
En este sentido, el presidente de Caja de Ávila calificó de “distendido” el Consejo Extraordinario de Administración, en el que se votó, por unanimidad de los presentes -14 consejeros-, la entrada en el SIP de Caja Madrid y Bancaja y en el que también participan, además de la entidad segoviana, Caja Insular de Canarias, Caixa Laietana y Caja Rioja, aunque esta integración tendrá que ser aprobada, definitivamente, por la asamblea general que se celebrará el 14 de septiembre.
Compromiso
Hasta entonces, queda “rematar alguna documentación”, así como informes “jurídicos”, añadió Agustín González, además de recibir la aprobación de la Junta de Castilla y León, que tiene la opción de vetar el acuerdo. También resta que todas las entidades del grupo firmen los contratos correspondientes.
Por eso, el presidente de Caja de Ávila afirmó que “siempre” se ha “confiado” en la postura mantenida por la Junta, convencido, como ha dicho en otras ocasiones, de que “cuando conozca el contrato” le dará un veredicto favorable, por las “fortalezas” que puede suponer tanto para la entidad de ahorro abulense como para la Comunidad.
En este sentido, Agustín González subrayó el “compromiso” de Caja de Ávila con entidades como Madrigal Participaciones o la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, mientras que la obra social de la caja también se podría ver beneficiada, pues los cálculos apuntan a que los beneficios de la que será la primera caja de España en número de activos, con cerca de 340.000 millones de euros, podrían alcanzar los 50 millones de euros, en el año 2013, para Caja de Ávila, cuya participación en el sistema supone el 2,33 por ciento.
En cuanto a la ronda de reuniones que están teniendo las entidades del grupo con los presidentes de las comunidades autónomas a las que pertenecen, Agustín González señaló que los encuentros con los presidentes catalán y castellano y leonés, José Montilla y Juan Vicente Herrera, respectivamente, se celebrarán en septiembre.
Finalmente, el presidente de Caja de Ávila realizó un llamamiento a la “tranquilidad” de los trabajadores, pues la reducción de la plantilla que se ha venido barajando, de entre el 10 y el 15 por ciento, no será –aseguró- “traumática”, ya que se pretende abordar con prejubilaciones y bajas incentivadas.