Este miércoles hace doce meses que el Valle del Tietar sufría el peor incendio de su historia, que 365 días después, sigue sin culpable.

Martes, 28 de julio de 2009. A las 13 horas y 21 minutos comenzaba un aparatoso incendio cerca de Arenas de San Pedro que a lo largo de la tarde se iría extendiendo sin control, obligando a desalojar a cientos de personas. Los tres focos indicaban que fue provocado. Las dificultades para controlarlo se hicieron patentes desde el primer momento y la magnitud quedó reflejada cuando fue necesaria la intervención de la Unidad Militarizada de Emergencias.

Ese mismo día, un profesor de 64 años fallecía al intentar salvar su casa de las llamas en la zona de las Majadas. Pasaban las horas y el fuego no remitía.

El 29 de julio amanecíamos con una noticia igualmente trágica: Un capataz de la Comunidad de Madrid perdía la vida aplastado por un bulldozer. El municipio de Cuevas del Valle era desalojado, al igual que la parte oeste de Mombeltrán, ante la proximidad de unas llamas que tardaron una semana en ser controladas y que harían de 2009 un año difícil de olvidar en este rincón de la provincia de Ávila.

Fueron necesarias más de 1.000 personas, 50 autobombas, y 30 helicópteros para domar, cercar y finalmente sofocar un incendio inolvidable que arrasó 4.211 hectáreas de monte. La noticia copaba radios, televisiones y periódicos, porque el valle ardía, y ardía, y ardía, como en una de esas pesadillas que uno desea olvidar para siempre. El fuego arrasó la superficie forestal durante casi cinco días, afectando a joyas del patrimonio natural abulense como el Parque Nacional de Gredos, o los cotos de Cuevas del Valle y Arenas de San Pedro.

En la memoria de todos quedaron unas imágenes que recuerdan la barbarie de la mano del hombre.