Son supervivientes de la tragedia, turistas que han visto truncadas sus vacaciones por el fanatismo yihadista y que ya con la maleta preparada esperan poder volver a sus casas. Túnez y su oferta turística vuelven a sufrir un nuevo zarpazo del yihaidismo 3 meses después de los atentados del museo del bardo. Entre las víctimas mortales no hay españoles pero sí británicos, belgas y alemanes.
En unos minutos la playa, en la ciudad turística de Susa se convirtió en una pesadilla para los bañistas. Todo sucedió en cuestion de segundos, los dos terroristas empezaron a disparar a quemarropa. Pero el terror no terminaba en la playa, este joven vio como se dirigía después hacia la piscina y atacaba también a una mujer en la pierna.
Otra vez Túnez y otra vez Francia, 6 meses después de los atentados, el terrorismo islamista también ha intentado un baño de sangre cerca de Lyon.
El Gobierno español ha elevado a 4 el nivel de alerta antiterrorista riesgo alto de atentado.