Sólo son unos lienzos colocados delante del altar mayor pero que simbolizan el mayor misterio de la cristiandad. En Chañe, una pequeña localidad segoviana continúan fieles a su tradición centenaria de colocar "El Monumento" durante la Semana Santa. Es una escenografía que simboliza la Pasión de Jesús. "La tradición data de 1770 y lo que se buscaba es destacar esos últimos momentos de Nuestro Señor", nos cuenta Mariano Cuesta, uno de los cofrades que conoce bien esta realidad.
Pero no sólo que la tradición haya permanecido en el tiempo hacen especial este monumento, también que su colocación carezca de indicaciones o planos. Son los propios cofrades los que generación tras generación transmiten la forma de colocarlo.
Dos romanos flanquean el simulado sepulcro de Jeús y varios elementos nos recuerdan el calvario: la jarra con la que pilatos se lavó las manos o la sábana que envolvió a Cristo de la parte superior culminan este original monumento. Todo está colocado frente al altar mayor pero ocultando el sagrario que habitualmente custodia las hostias consagradas.
En España quedan contados lugares donde la colocación del monumento siga viva. Chañe es uno de ellos y sus habitantes conservan muy orgullosos estos anónimos lienzos que les recuerda año tras año la llegada de la Semana Santa.