La asociación de directores y gerentes de servicios sociales ha alertado de que más de 130.000 cuidadores no profesionales de toda España no serán vacunados contra el coronavirus en las primeras fases por no ser considerados grupo prioritario. Sin embargo, esto no sucede con los técnicos sociosanitarios que trabajan en centros residenciales y que ya han recibido la vacuna. Entre esos cuidadores olvidados se encuentran las familias de grandes dependientes menores de 16 años.

Inma, vicepresidenta de la Asociación de Ayuda a la Dependencia de Castilla y León, es la cuidadora no profesional y madre de Alejandro. Como muchos otros, cada día se pregunta qué será de su hijo si ella cae enferma. Alejandro depende de ella 24 horas al día pero, a pesar de ello, no es grupo prioritario en la estrategia de vacunación. Por eso han escrito una carta el Ministerio de Sanidad y la respuesta ha sido que estudiarán sus casos.

La misma réplica que han obtenido los profesionales del transporte. "En cuanto nos exijan, por ejemplo, una prueba Covid de un país a otro, eso significaría que paralizaríamos el transporte, sería algo que se puede hacer pero perdiendo muchísimo tiempo", cuenta Oscar Baños, portavoz de FETRACAL. Esto podría suponer un desabastecimiento en los mercados.

Mario es técnico ortopédico y será vacunado en el turno de los sanitarios de ámbito privado, pero su compañera no. El secretario de la Asociación de Ortopédicos de Castilla y León, Francisco Llanos, dice que "hemos pedido que todo el personal de la ortopedia que está en contacto con pacientes sea considerado de igual rango".

Los profesionales de los servicios funerarios piden también ser incluidos en la primera etapa de vacunación. "Creemos que es importante que nuestro personal esté protegido por estar en contacto directo con la COVID-19", dice José Manuel Sicilia, de la Asociación Vallisoletana de Servicios Funerarios.

Los últimos en demandar la vacuna han sido los hosteleros. Consideran que están altamente expuestos al virus.