El conflicto que desde hace semanas protagonizan los empleados de la fábrica de palas eólicas LM Windpower estalló en la noche de ayer tras la ruptura unilateral de las negociaciones por parte de la dirección. El restaurante Cat&Rest, lugar escogido para las reuniones entre sindicatos y responsables de la empresa, fue el blanco de la ira de los huelguistas, molestos con la actitud de la dirección en estos encuentros que calificaron de "estériles e insultantes".
Tras una larga reunión que arrancó a las 9.30 horas de la mañana, la dirección de la compañía decidió dar por concluidas las negociaciones pasadas las 21 horas. Poco después, comenzaron los incidentes en el exterior del local, con los piquetes encendiendo hogueras y rompiendo los cristales del local con piedras. Hubo que esperar a la llegada de los antidisturbios, pasadas las 2 horas de la madrugada, para que la dirección de la compañía pudiera abandonar el inmueble escoltada por la Policía.
Durante la jornada de negociaciones, el único avance registrado fue el compromiso de la empresa de reducir en una veintena los 393 despidos previstos inicialmente, una propuesta considerada insuficiente por la parte social. El comité de empresa demanda, además, la mediación "presencial" de la Junta en el conflicto, después de que la semana pasada la consejera de Empleo e Industria, Ana Carlota Amigo, planteara la posibilidad de que la Junta asumiera los gastos de una posible transformación del ERE planteado por la empresa en un ERTE.
La huelga convocada por los representantes sindicales alcanza este miércoles su tercera jornada consecutiva, mientras los huelguistas mantienen bloqueados los accesos a la factoría, ubicada en la localidad de Santo Tomás de las Ollas.
El comité de empresa se desmarca de los disturbios
El presidente del comité de empresa de LM Windpower, Gabriel Garnelo, expresó este miércoles su condena contra los actos violentos ocurridos en la pasada madrugada en el entorno de las instalaciones del restaurante Cat&Rest, donde dirección y sindicatos mantuvieron la sexta reunión del periodo de consultas por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por la compañía. Al respecto, Garnelo atribuyó los disturbios a "una cuestión externa a la plantilla". "No tiene nada que ver con trabajadores de LM, se inició por un grupo, parece que organizado, según nos contó la Policía", explicó el presidente del comité, que insistió en "condenar cualquier acción violenta".