Hoy los conciertos en la mítica 'Sala Andén 56' son desde el pasado 7 de marzo sólo un recuerdo. Como resultado, la sala está completamente vacía. Las perdidas ya ascienden a 40.000 euros. El 2020 que pintaba muy bien a nivel musical. Como alternativa tenían prevista una programación para agosto pero también fue suspendida. Con todo ello las ganas se debilitan.
 
Piden a las administraciones que les dejen trabajar porque cumpliendo con las medidas de seguridad no hay peligro de contagio en los conciertos. Defienden que la cultura es segura y que es necesario diferenciar entre salas de concierto y locales de ocio nocturno. El 3 octubre finaliza el contrato con el ayuntamiento para gestionar la sala. Esperan volver a ser ellos quien estén al mando.