MÚSICA

Charles Aznavour, el formidable

Por esas canciones románticas y populares, por esos estribillos que han surcado medio siglo de parejas meciéndose en bailes tiernos, agarrados.

Lucía Rodil

"Yo are the one, for me, for me, for me, formidable..."  Ese verso pizpireto escribió y cantó Charles Aznavour mucho antes de que los nuevos poetas se apuntaran a los juegos de palabras candorosos. For me formidable fue una de las 800 canciones que compuso y también uno de sus éxitos. No el mayor ni el más relevante. Están La Boheme, Les emigrants, Et pourtant, incluso está She, para los escépticos de la música en blanco y negro. Fue Elvis Costello el que recuperó y revalorizó esa deliciosa melodía para adornar con ella el amor entre Julia Roberts y Hugh Grant en Notting Hill: "She, may be the face I can't forget...", Charles Aznavour, 1974.

Por esas canciones románticas y populares, por esos estribillos que han surcado medio siglo de parejas meciéndose en bailes tiernos, agarrados, por eso los conciertos de Aznavour eran pura emoción. Allí se juntaban varias generaciones. Algunos jóvenes curiosos que empiezan a investigar y sin prejuicios descubren la chanson, muchos nostálgicos de mediana edad, madres e hijas cómplices en sonidos, y algún abuelo, incluso bisabuelo... entraba uno con su esposa, apoyado en un andador, dando pequeños pasitos ayudado por su hija para sentarse en el Wizink Center de Madrid hace dos años, y cabía esperar que no hubiese salido de su casa en meses. Que lo hubiese hecho ese día para ver sobre el escenario a otro tan viejo como él. Imagínense. El poder de la música en la memoria. Tenía Aznavour ya 92 años y llenaba estadios, y ponía al público en pie. Con sus bromas, sus canciones en español, sus bailecitos tan enérgicos como frágiles, sus tirantes rojos y sus confesiones: "ahí en el coro está mi hija Katia, ella se encarga de que no me olvide de las medicinas".