VALLADOLID

Los padres del niño fallecido en Juan de Austria no quieren que nadie vaya a prisión

  • Así lo ha explicado el abogado de la familia en el informe final de conclusiones
  • Las penas impuestas estarían por debajo de los dos años

ICAL

Los padres del pequeño de dos años Alejandro S.M., que perdió la vida ahogado en la piscina del parque de aventuras Juan de Austria de Valladolid en julio de 2008, mostraron este miércoles, a través de su letrado, su deseo de que ninguno de los seis imputados por el fallecimiento de su hijo entre en prisión.

Así lo explicó el abogado de la familia -que ejerce la acusación particular- en su informe final de conclusiones, momento en el que trasladó a la sala el deseo de los progenitores de que en el caso de que fueran condenados "esperan que ninguno de los acusados entrase en prisión".

De hecho, esta acusación pide un año y un día de prisión y la inhabilitación para el ejercicio profesional para las tres monitoras acusadas: las hermanas E.S.R. V.S.R. y S.I.D.O. como autoras de un delito de homicidio por imprudencia grave. Además, solicita seis meses y un día de cárcel para S.L., R.J.G. y J.A.O. como administradores de la 'La ballena creativos de animación', empresa que explotaba el parque, como cómplices de un delito de homicidio por imprudencia grave, por lo que también reclama la inhabilitación profesional durante 18 meses.

Fiscal

Unas penas sensiblemente inferiores a las del Ministerio Fiscal que imputa a los seis acusados la comisión del mismo delito por el que pide para cada uno dos años y cinco meses de prisión además del pago de una indemnización total a la familia de 250.000 euros, la misma que la acusación particular.

En su intervención, el fiscal trasladó el pésame a los padres del niño y aseguró que no quería "hacer leña del árbol caído", por lo que no se opondrán a que se les imponga penas cuyo límite esté por debajo de los dos años, para que no se produzca su ingreso en prisión.

En su opinión, aquel 22 de julio de 2008 se dio un "cúmulo de causas" que condujeron a la muerte del pequeño como una "desastrosa organización" y "descoordinación total", así como una "escasa y dudosa cualificación" de las monitorias. En este sentido, se refirió a la actuación de los acusados como "ineficiente" e "inadecuada" y sostuvo que se produjo "una desidia absoluta".

Según su relato de los hechos, el niño no salió de la piscina nunca, en contra de lo que explicaron las monitoras, y se permitió la entrada de menores de cuatro años en la piscina, "un elemento de riesgo importante", en contra de lo estipulado.

También recriminó a los responsables de la empresa que compraran la piscina un mes antes y no hubiera socorrista, ni personal de mantenimiento, ya que el agua estaba "sucia y turbia". "Se produjo una desastrosa actuación de todos los acusados", precisó.

Por último, mantuvo que existe una responsabilidad de la aseguradora y así como del propio Ayuntamiento de Valladolid, que era el que otorgaba la concesión de la explotación, que se fue renovando cada año.

La acusación particular insistió, por su parte, en el número insuficiente de monitores, tres para 32 niños, y la ausencia de socorrista, además de indicar que las "instalaciones no eran las correctas" y no constaba el expediente de instalación de la piscina.

Defensas

Las cuatro defensas de los acusados, que solicitaron su libre absolución y trasladaron el pésame a la familia, alegaron que en caso de que se les encuentre culpables se aplique la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas en el procedimiento, ya que la instrucción se finalizó en 2008 y el juicio no se ha celebrado hasta más de dos años después por la actuación de las acusaciones.

En concreto, el letrado de los tres socios de la empresa rechazó cualquier responsabilidad de S.L. y de y J.A.O., los dos que no estaban al tanto de la actividad diaria de la empresa. Mientras que en el caso de R.J.G. -que desde el primer momento reconoció ser el responsable de la explotación del parque- explicó que sí estaba permitida la entrada de niños menores de cuatro años y que para la piscina, que tenía un metro de profundidad, no era necesario un socorrista. Según manifestó, se cumplieron todos los requisitos.

Por su lado, las defensas de las monitoras exculparon a sus clientas de cualquier responsabilidad sobre las instalaciones o la ratio por menor. En todo caso, apuntó uno de los letrados su responsabilidad no podía ir más allá de una falta.

Peritos

La segunda y última jornada de la vista oral del juicio, que se celebró en el Juzgado de lo Penal número 2 de Valladolid, comenzó este miércoles con la declaración como peritos de dos médicos forenses que coincidieron en señalar que entre que el niño fue rescatado de la piscina, sobre las 12.55 horas, y la hora de la muerte pudo pasar como mucho 20 minutos. En concreto, la forense, que realizó la autopsia del menor, aseguró que la causa de la muerte fue asfixia por sumersión y que no creía que "llevara una hora en el agua". En su opinión, podría haber transcurrido entre 15 y 20 minutos como mucho.

Asimismo, el otro médico forense que prestó declaración, a petición de una de las defensas, precisó que el niño solo llevaría en el agua entre diez y 15 minutos porque de otro modo su corazón no hubiera reaccionado parcialmente a la reanimación cardiovascular avanzada que le aplicaron los facultativos del 112.

Esta posibilidad podría encajar con la versión dada el martes por las monitoras de que el niño salió del agua con todos los demás sobre las 12.10 minutos y que fue después, en el "caos" del vestuario, donde se perdió la pista.