La persona que resultó herida de extrema gravedad el pasado domingo en Traspinedo en la suelta de toros desde cajones falleció en la tarde del lunes, según fuentes cercanas al centro hospitalario en el que se encontraba ingresado, al no poder superar los efectos causados por la grave cornada sufrida.

Vecino de Valladolid, pero natural de Traspinedo, el toro, de la ganadería de Sistac de Luna, arremetió contra él cuando se le citó en la zona cercana a donde debía refugiarse, en el tramo inicial de la calle porticada por la que transcurre el encierro.

La cogida, brutal, sucedió alrededor de las 11,20 de la mañana, cuando el astado le corneó, "hasta la cepa", según testigos presenciales, y lo dejó tendido en la calle, donde dejó un abundante charco de sangre, lo que ya hizo prever desde un inicio de la gravedad de las heridas causadas. La trayectoria le había seccionado la arteria femoral, causando una gran hemorragia, que fue controlada antes de su traslado en ambulancia a Valladolid.

El día anterior, sábado, un corredor fue herido, de menor gravedad, por un toro de gran presencia del hierro de Pérez Angoso, aunque se encuentra en un proceso de recuperación favorable.