Después de nueve visitas a las instalaciones para recabar datos y los testimonios de 33 trabajadores la comisión regional de la energía se centra en dos hipótesis. Faltan los informes de la comisión de seguridad y de la propia empresa, y el análisis con calma y profundidad de toda la información. De momento, La Dirección de minas se decanta por el hundimiento de una bóveda de gas.

La empresa, en cambio, no descarta que pudiera haberse producido un derrumbamiento instantáneo. Se trabajará en ambas líneas porque nadie quiere cabos sueltos. La investigación debe ser meticulosa aunque deba prolongarse más tiempo. Las familias de las víctimas y los mineros que trabajan en el resto de la explotación necesitan la verdad.

Con el curso de esta investigación se desarrollará otra para analizar el rescate de los accidentados y el plan de emergencia. Una vez obtenidas las conclusiones definitivas se dictarán unas prescripciones de obligado cumplimiento para que no se repita un accidente así.