Castiltierra, ahora despoblado dependiente de Fresno de Cantespino, albergó un yacimiento visigodo, objeto de varias excavaciones antes de la Guerra Civil por parte del Museo Arqueológico Nacional. Allí estuvo el anticuario, Juan García Sánchez, natural de Sanchonuño, que siguió de cerca estos trabajos, también después de la Guerra. En 1940 el régimen nazi se fijó en este yacimiento, y por mediación del arqueólogo general falangista Santaolalla, se llevarían el material de 401 tumbas del cerro Moro.
Heinrich Himmler, general nazi, tenía programada una visita en el mes de octubre, pero no llegó a pisar tierras segovianas.
Las investigaciones de José Ramón Criado sobre su paisano Juan García dieron resultado al conocer más detalles de esta rica zona arqueológica.