La carestía que hemos vivido estos últimos tiempos en el precio del combustible ha intensificado la búsqueda de fuentes alternativas, pero no es la primera vez que ocurre. En el periodo de entreguerras ya faltó gasolina y entonces se inventó un sistema muy particular: el gasógeno. El Museo de Automoción de Salamanca es el único que cuenta en España en su exposición con este ingenio.