Nueve días después y justamente cuando se cumplen 42 años del estatuto de autonomía de Castilla y León, los sindicatos hacen balance de lo que fue el 16-F. Califican la manifestación como “un gran éxito” y una vía para mostrar, dicen, “lo que la sociedad quiere”. Ahora, exigen a los políticos y administraciones una implicación real, y no descartan una huelga general.