Según el Plan General de Ordenación Urbana de Valladolid, a partir de marzo del próximo año es obligatorio que todos tengamos un detector de humos instalado en nuestra vivienda. Una medida que toma el Ayuntamiento para prevenir incendios y sustos indeseados en la ciudad. El precio de este dispositivo está entre los 30 y 50 euros y se puede encontrar en cualquier ferretería.