La despoblación, la falta de párrocos y el cambio en la sociedad provoca que cada vez sea más habitual que los pueblos pierdan celebraciones religiosas. Hay curas que llevan hasta 7 0 10 municipios y es imposible celebrar misa en ellos todos los domingos. Se buscan soluciones. Una de ellas pasa por realizar celebraciones de la palabra y otra por agrupar, unir parroquias.