La Catedral de León ha recuperado dos de sus tesoros: la Nodicia de Kesos, el primer documento escrito en lengua protorromance, y la donación del Rey Silo, el primer documento que recoge por escrito la firma de un rey. Ambos han sido restaurados para eliminar de ellos el paso del tiempo, el polvo y las marcas de un almacenaje que, durante muchos años, ignoró su valor y se hizo de forma inadecuada.