Mocos, estornudos, tos, picor nasal... todo ello en primavera solo significa una cosa: alergia. Y sí, cada vez hay más alergias pero también más alérgicos. Desde niños a adultos pasando por alergia a las gramíneas, una de las más comunes, o a los frutos secos, gatos o caballos e, incluso, bebés siendo alérgicos a los huevos y la leche.