La tecnología está cada vez más presente en los currículos educativos y prueba de ello es que alumnos de secundaria son capaces de construir un coche que camine solo siguiendo una línea. Ese era el reto de la olimpiada de ingenierías industriales que reunía a alumnos de Zamora, Ávila y Salamanca para promocionar estos estudios de la Universidad de Salamanca.