El coste de la energía es uno de los mayores retos que tiene por delante el campo y, especialmente, el regadío modernizado. Frente a facturas que han aumentado, más de un 30 por ciento en el último año, y la incertidumbre de no saber qué ocurrirá el próximo se plantean alternativas como el uso de energía fotovoltaica. Las placas solares podrían, por ejemplo, instalarse en las futuras balsas del Órbigo.